¿Qué características hacen a una silla de oficina ergonómica?
Una silla de oficina ergonómica es vital para quien trabaja frente al ordenador. De entre todo el mobiliario de oficina, este tipo de sillas contribuye a que el usuario mantenga una buena postura, garantía de salud a largo plazo.
Las cualidades de las sillas de oficina ergonómicas
Si estás buscando sillas ergonómicas y no sabes en qué fijarte, no pases por alto estas características.
Silla regulable en altura y profundidad
Una de las claves de estas sillas es su adaptabilidad al usuario. Tanto una persona alta como una baja deben tener la posibilidad de regular la altura y profundidad de la silla. Esto te permite mantener una postura correcta en todo momento. Así, mantendrás la cabeza frente al ordenador, sin tener que agacharla o levantarla, y, al adaptar la profundidad, no tendrás que estiras los brazos para llegar al teclado y las piernas no estarán encajonadas.
Silla con soporte lumbar
La parte baja de la espalda es muy sensible, por lo que debe reposar de manera adecuada. El soporte lumbar favorece una buena postura erguida y ofrece una base firme sobre la que asentar la parte baja de la columna. No sufrirás lesiones o dolores con una silla que cuente con este añadido.
Los apoyabrazos de las sillas de oficina
Son esenciales para eliminar la tensión que se acumula en la parte más alta de la espalda. Tras horas de mirar fijamente a la pantalla y utilizar los brazos, es normal que esta zona se cargue. Con unos apoyabrazos podrás eliminarla, pero fíjate en que sean regulables para que siempre estén a tu altura específica. Así, no volverás con la espalda molesta a casa.
En definitiva, estas son las características principales que toda silla de oficina ergonómica debería de poseer. Podrás mantener una postura adecuada, con una amplia gama de ajustes y que, además, te permita liberar las tensiones que se van acumulando en los músculos tras horas de trabajo.